Es la espesura el potenciador del miedo, pues no se ve más allá de 2o pasos pues la maleza impide distinguir nada, la cercanía del posible peligro hace que sudes y dudes de donde dar cada paso, se tensan todos los músculos e intentas enfocar los ojos forzándolos a percibir cualquier movimiento y hace que todo sea distinto todo es potenciamente agresivo. La adrenalina fluye como gasolina por las venas y se convierte en una adicción, cuanto más tiempo estoy fuera de la acción más la hecho de menos.